No soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. Soy alta, pero no supero el
metro setenta, aunque con tacones altos lo sobrepaso. Soy incapaz de
estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me
pasa muy rápido. Escribo frases en los márgenes de los periódicos y
nunca me acuerdo de llamar al día siguiente. Lo que puedo prometerte es
que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo
de lo pesada que me pongo a veces. Soy impredecible, vivirás sin saber
lo que te espera conmigo. También te darás cuenta, con el tiempo, de que
soy algo caprichosa y un poco coqueta también, para qué negarlo. Soy
algo vergonzosa. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena
cada verano. No necesito nada más que una sonrisa para salir de casa, y
si chasqueo con los dedos hago magia, tengo el poder de no preocuparme
de nada.
Pero sabes una cosa, que a pesar de todo siempre soy yo, una chica alocada que se rie del mundo.
